lunes, 28 de enero de 2008

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M: ¿Qué decir cuando no hay nada que decir?
B: ni un galimatías, ni un cadáver exquisito, ¿ni uno pequeñito?
M: No

miércoles, 9 de enero de 2008


¿Qué pasado tempestuoso la hace parase sin despertar todos los días?, repugnante y espantosa, pero bella y misteriosa, una orquídea de luz negra dispuesta a convertir cualquier primavera en otoño.
Para ella (estoy seguro) lo bueno es lo bonito, lo que le causa placer, lo que la hace saltar, pero en ocasiones salta por cosas que no le gustan en realidad; ¿será que no mira las cosas con suficiente profundidad?.
Saluda a todo el mundo, y al mundo no le alegra verla con esa sonrisa de caracola; ese abraso se siente como una lija, como un dolor de estomago, ¿Qué le falta además de solides?; ¿delicadeza?, ¿tacto?, ¿menos vulgaridad?; pero, ¿no es ese su anzuelo?, es tosca como una cabeza de Isla de Pascua. No lo se, por lo menos yo, veo en ella la semilla de belleza de la cual podría surgir un bosque, pero no soy agua para darle vida, solo secaría un poco más.

lunes, 7 de enero de 2008

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Mi nombre no importa, no se si soy un reptil o un ave que ha caído al suelo, vivo en alguna ciudad sin pasado ni futuro. Hace unos meces abrí mis ojos al abismo en el que todos nacemos cayendo.

El universo está en expansión eterna; mientras la velocidad aumenta, nuestra temperatura desciende, llegará el momento en el que todos los soles dejen de ser fuentes de vida, para transformarse en esferas congeladas. La gran explosión es solo la chispa de una luz de bengala que se extingue.

El tiempo devora todas las cosas. Los seres humanos llevamos viviendo como civilización aproximadamente diez mil años; desde la muerte de Jesucristo han pasado poco mas de dos mil, si comparamos eso con la edad de la tierra o el universo, no resulta ni medio suspiro; somos el plancton que una ballena come, estamos destinados a una muerte mas profunda que la muerte, el olvido, la nada.

Después del vértigo, como en toda revolución, llegó la calma acompañada de nuevos pensamientos; si en realidad no importo, soy libre, totalmente libre y sin responsabilidades. Para vivir de esta manera sin lamentarlo después, solo hay que tener un mínimo de inteligencia.