miércoles, 12 de marzo de 2008

Jack, en el camino

Este día celebro mi segundo cumpleaños del año. El primero es en noviembre; el sol que anuncia éste día es doble y al verse de lado es infinito; tiene la forma del sombrero del mago. Pero este es mi segundo cumpleaños anual, por primera vez en la vida lo sé.


El camino fue largo, desde las Rocallosas hasta la ciudad de México; en una carcacha, mucho alcohol, porros y una máquina de escribir; ¿Por qué naciste en la misma fecha de la muerte de Tirso? Jack, igual que a Miller eso te hace una persona especial. Yo por otro lado, nací el mismo día que Bram Stoker.

Soñé que una especie de extraterrestre de peluche me trataba de matar. Estaba mordiendo mi mochila en la oscuridad; el tronar de los lápices me despertó y cuando giré mi cabeza sobre la almohada vi su silueta, resaltaban sus ojos que brillaban como foquitos de navidad. Tomé un palo para golpearlo en la cabeza, una vez, y otra, ¡y otra mas!; pero de un saltó escapó al cuarto de junto. Traspasé el umbral de un salto para caer sobre su cráneo, el golpe de mis talones lo dejó inconsciente, escuchaba su respiración pesada, como la de un asmático; dándole la espalda abrí la puerta para cruzar el pequeño pasillo, llegué al cuarto de mi mamá, le dije que había algo extraño en mi cuarto; mientras ella abría los ojos su cama giró cuarenta y cinco grados – creo que estoy alucinando- me contestó ella. La pintura del techo caía sobre mi cabeza, sabía que ese ser peludo estaba arriba de mi, listo para dejarse caer.

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